Oh corazón obstinado
motor de pasión sin pensar me llevas
por andares de luz y sombra
tus frutos en abundancia: Felicidad y melancolía
cegado en tu marcha, sin temor, sin cuestión
sordo en razón a veces atolondrado
no sigues consejos de ancianos ni experimentados
ya llevas mis rodillas rotas y tiñes de rojo mi piel
pero tú no cesas no entiendes de motivos
sigues fiel a tu sentir, desconoces el medir
me haces un terco, fuego en mi pecho
no clama permiso no analiza, eres como un perro
de errar haces mucho, mas no cambias tu actuar
sentimientos extremos, a veces felicidad a veces melancolía
no sé si debo agradecerte o reprocharte
mejor tomo calma, ya sé que da igual tu no me escuchas
me dominas y me envías en cuerpo a esta lucha
aliado y enemigo, me usas
soy tu peón, un esclavo un subyugado y te aprovechas
tienes mi carne abatida y mi alma desecha
a paisajes de amor y arcoiris me has invitado como mi mejor amigo
pero hoy entre espinos y zarza, mas no asientas a mi súplica, a mi ruego
de mis lágrimas un indiferente
ya mi alma está harta y mi ser no resiste
más temprano que tarde me haré de valor y rebeldía
y dejaré de ser el súbdito de mi corazón que no enfría.
Deja un comentario